viernes, 4 de abril de 2014

LA DOCTRINA DE LA IGLESIA ES LA PIEDAD


El Señor nos recomendó en todo momento, que tuviéramos cuidado de poner por obra todos sus mandamientos, dentro de los cuales, nos exhorta también, a que no olvidemos que la doctrina de la Iglesia del Señor Jesucristo, es conforme a la PIEDAD. La piedad significa compasión, bondad, misericordia. Es decir, hablar de la piedad, es hablar de todo lo que es bueno y bondadoso. Y esa es la doctrina de la iglesia, que en ninguna manera debía ser olvidada. Lo que significa que la iglesia del Señor, debe de practicar la piedad, la bondad, la compasión por sus semejantes, la misericordia por los demás.

La iglesia no debe olvidar este aspecto, que es prácticamente como una forma de ser de la iglesia. Porque seguir a Jesús, no es solamente tener fe, es producir frutos que provienen de esa fe. Los mandamientos de Dios se resumen en la doctrina de la piedad, tal como nos enseña 1 Timoteo 6: 3

3
Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad,

La iglesia no debe apartarse de esta doctrina, que nos enseña la tolerancia, la paciencia, la compasión, la bondad, la humildad, el hacer bien, el dar antes que recibir. No podemos olvidarnos de esta doctrina. No podemos sumirnos en otros aspectos de la doctrina Bíblica como la fe, la unción, el juicio, y otros, dejando de lado esta doctrina de la piedad, no. De qué nos servirá si tenemos una iglesia llena supuestamente de Dios, pero que no busca la práctica de la doctrina de la piedad. Razón por la que en este pasaje, Pablo exhorta al pueblo de Dios, diciendo que si alguno enseña otra cosa que no sea conforme a LAS SANAS PALABRAS de nuestro Señor Jesucristo, que precisamente es conforme a la piedad, este no sabe nada. Con lo que entendemos que la doctrina de piedad tiene que formar parte de la vida de los creyentes, tiene que formar parte viva de la Iglesia del Señor. Porque los frutos del Espíritu de Dios, no son mentiras, no son pleitos; son amor, paz, paciencia, bondad, gozo, fe, esto según gálatas 5:19.

La doctrina de la iglesia es en base a SANAS PALABRAS. Sana doctrina. Lo que quiere decir que la doctrina del Cristo, siempre es en amor, en hacer bien a las personas, no en mal. La doctrina de la iglesia debe llevar a las personas hacia el bien. Esa es la sana doctrina, esas son “sanas palabras”. Lo cual no debe interpretarse, que la iglesia debe aparentar ser piadosa. La iglesia debe practicar la doctrina de la piedad como para el Señor.

Así qué no nos olvidemos de aquello que es principal en la iglesia del Señor, que es la doctrina de la piedad; porque así como es vana mi fe si Jesús no murió en una cruz, así también vana es mi fe si la iglesia no practica la doctrina que es conforme a la piedad.

La doctrina de la piedad, era parte VIVA de la iglesia primitiva. Razón misma por la que era llena de Dios. La piedad agrada al Señor mis hermanos. Un ejemplo de ello, es la vivencia de un hombre piadoso y temeroso de Dios llamado Cornelio, de quien nos habla la escritura en el libro de hechos 10:

1
Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la italiana,
2
PIADOSO y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre.
3
Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio.
4
El, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios.
5
Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro.
6
Este posa en casa de cierto Simón curtidor, que tiene su casa junto al mar; él te dirá lo que es necesario que hagas

Este hombre era piadoso, aun no siendo creyente de Jesús, era piadoso; es decir, practicaba la doctrina de la piedad, lo cual agrado a Dios; razón por la que el ángel se le aparece en una visión, porque tenía Dios un propósito con él. Y es cuando hacen llamar a Pedro, y cuando este discípulo del Señor le predica a Jesucristo, es que este hombre Cornelio y toda su casa reciben la gloria de Dios en sus vidas, y a Jesús como su salvador.

A Dios le agrada que su iglesia practique la doctrina de la piedad, porque Dios  se agrada de cualquier nación que le teme y obra justicia (hechos 10:34,35). Dios quiere que su iglesia no se olvide de la piedad. Es necesario que la iglesia aprenda muchas aspectos de la doctrina de Cristo, pero no debe olvidar la doctrina de la piedad, que es el cimiento de la forma de ser de la iglesia.

La iglesia primitiva si leemos a lo largo del libro de los hechos de los apóstoles, encontramos a una iglesia pía, llena de buenos frutos. Escribimos este mensajito, para estimular a la iglesia de Jesucristo y recordarle sus propósitos, su razón de ser, su forma de ser, para que la iglesia sea una bendición para cualquier persona

LA JUSTICIA DE DIOS, SE EXPRESA POR LA FE


En el ámbito secular, la  justicia obra por el cumplimiento o quebrantamiento de las leyes. De manera que quien menos quebrante es justo ante la ley. En cambio, ante Dios, la justicia o el ser justo obra por la fe en Dios. Es decir, o lo que quiero decir, es que ante  Dios, no se mide la justicia en una persona por las obras que haga. Ante Dios se mide la justicia por la fe. De manera que es justo aquel quien CREE en Jesús, y es injusto, aquel quien no cree en Jesús. Esa es la forma en que se mide la justicia de Dios. Esto nos declara que nadie puede gloriarse de sus obras. Cualquier persona pecadora, o muy pecadora, puede ser constituida como quien obra JUSTICIA, solo creyendo en el hijo de Dios.

Toda persona humana, que hasta ahora ha vivido en pecado, en delincuencia, en odios, en borracheras, en prostitución, en pleitos, en todo aquello que uno sabe que es desagradable a Dios. Hoy puedes convertirte en JUSTO, solo por tu FE. Solo si decides creer en Jesús. Así como aquella mujer prostituta llamada magdalena, de quien nos habla la escritura en  Lucas 7:37:49, en el momento en que ella se acerca a Jesús, recibe el perdón de todos sus pecados. Solamente necesitaba creer. Y se fue limpia.

De esta manera, quien practica la justicia de Dios entre los hombres, es quien CREE en el hijo de Dios. Ese es el que practica la justicia. Quien no cree en el hijo de Dios, no practica la justicia. La escritura afirma esto porque por la FE, es que una persona se vuelve justa delante de Dios. Solo por la fe en el hijo de Dios; tal como nos anuncia el libro de romanos 3:23-24
10
Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;
11
No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios.
12
Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno
23
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
24
siendo JUSTIFICADOS gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,

Una vez más lo decimos, practica la justicia quien cree en el hijo de Dios, tal como nos dice el verso 24, siendo hechos justos todos los pecadores, gracias a la redención de Jesús. Por lo cual, la FE en él nos hace justos, tal como nos anuncian los siguientes pasajes, en juan 3:16

16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.


De esta manera, que para practicar la justicia primero tenemos que CREER. No se puede practicar la justicia de Dios sin FE. El justo se vuelve justo por la FE en el hijo de Dios. El pecador se vuelve justo, primero poniendo su FE en el hijo de Dios. De manera que para practicar la justicia de Dios, hay que creer en Dios. Con lo que queremos decir, que la forma en que una persona pecadora es transformada de su forma de comportamiento pecaminoso, es solo por su FE. La FE en Dios, es la que nos convierte en justos, la que nos transforma la vida, la que nos cambia la forma en que estamos viviendo. Dios es quien HACE JUSTOS a los hombres, por lo cual, por fe somos salvos, no por obras.

8
Porque por gracia sois salvos por medio de la FE; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
9
no por obras, para que nadie se gloríe.

De manera, que el pueblo de Dios se vuelve justo buscando a Dios, poniendo por obra su FE. Porque no hay justo por su propia fuerza. Por lo tanto, toda la gloria y la honra, sea para nuestro Señor Jesucristo. Toda la gloria es para Jesús; por el hecho de ver a un pueblo cristiano hoy transformado de su mala manera de vivir en la cual antes vivían, la gloria es para el Señor Jesús. Porque por la fe en él, hemos cambiado.

Esto debe entender mucho pueblo de Dios, que a veces entiende mal. Considerándonos más justos que otros. Lo cual es un error. Porque no hay justos en su propia fuerza. Dios es el que vuelve justos a los hombres, según romanos 3:23-24. Por lo cual, cuando en la iglesia se exhorta al cambio, es presuponiendo que el pueblo entiende que debe poner su FE en Dios. Esa es la forma en que los hombres somos declarados y transformados en justos, como aquellos que practican la justicia.

Por lo cual, toda la gloria es para Dios. Dichosos los hombres que ponen su confianza en Dios. Porque Dios hace maravillas.


LA SALVACION ES POR LA FE, NO POR OBRAS


La salvación de Dios, es para todo aquel que cree en el hijo de Dios, como nos menciona el libro de juan 3:16
16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.

Mediante nuestra fe, alcanzamos la salvación de Dios, que es gratuita, gracias a la redención en Cristo, es decir, gracias a que Jesús pago un precio, para que el diablo nos dejase libres de la esclavitud en la que vivíamos; esto de acuerdo a lo que dice el libro de romanos 3:23-24
23
Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
24
Siendo justificados gratuitamente por su GRACIA, mediante la redención que es en Cristo Jesús

La salvación de Dios, es por GRACIA. Es decir, en Jesús somos libres de la esclavitud. Por lo cual proclamamos donde está el Espíritu de Dios, allí hay libertad.

La gracia es don de Dios, de él es de quien proviene la salvación gratuita, para lo cual, lo único que nos pide es fe en el hijo de Dios. No por obras es la salvación, para que nadie se gloríe, tal como nos dice el libro de Efesios 2:8-9.
8
Porque por GRACIA sois salvos por medio de la FE; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
9
No por obras, para que nadie se gloríe.

Así es, por solamente GRACIA un ser humano es salvo de la condenación. En Cristo la FE es la que nos salva. Porque si sería por obras, muchos se jactarían de los buenos que son, de lo no pecadores que son. Pero tal como dice este pasaje en el verso nueve, no es por obras; es decir, no es por tus propias obras por las que podrás salvarte, sino primero es por la fe. No es primero las obras; sino, la fe es primero, y las obras vendrán por consecuencia de lo que es primero. Y la gracia significa, regalo compasión, misericordia, bondad de Dios. Con lo que entendemos, que por misericordia, por compasión de Dios, es que somos salvos.
Estando en nuestros pecados, Dios viene a darnos su salvación. Por lo que cualquier persona, delincuente, todo hombre malo, en Dios encuentra salvación, por tanto encuentra perdón de pecados, solo por su GRACIA. Por la misericordia de Dios, todo ser humano puede encontrar el perdón de sus pecados, y encontrar la salvación; gracias a Jesús que murió en una Cruz, tal como nos dice el libro de efesios 2:4-5
4
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
5
aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),
Gálatas 3 16 sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. 17 Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, 21 No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.

GRANDE ES DIOS Y FIEL, Y NOSOTROS HEREDEROS DE SU GLORIA


Debemos creer en el Dios de quien nos habla la Biblia, en un Dios grande y poderoso. No podemos creer en alguien que tiene limitaciones, nuestro es grande y poderoso; tan grande como el ancho, tan alto como el infinito universo. Así es nuestro Dios. Grande es nuestro Dios. Eterno es Dios, porque no tiene limitaciones. En ese Dios debemos creer.
Ese Dios de la Biblia es fiel a su palabra, no fallará, porque su palabra es verdad y no es mentira; por lo cual dicen los salmos: “dichoso el hombre que confía en él”. Bienaventurado bendecido será quien siempre pone su mirada en un Dios grande como el nuestro, quien hace obras grandes para gloria de su nombre. Debemos creer en él, en su palabra.
Él nos llamó con un propósito, para que le alabemos, para que le glorifiquemos, para que seamos testigos de su gloria. Hemos sido llamados a heredar su gloria, tal cual dice el siguiente pasaje, romanos 8
16
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
17
Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados

DIOS ESTA AQUÍ


Pueblo de Dios  quisiera que recordaras en todo momento, que Dios está contigo. Es muy gratificante pensar que un Dios como el que conocemos, tan inmenso y grande, esté con nosotros todos los días. No deberíamos olvidar este aspecto, ya que el que está con nosotros nos guiará a una salida y hacia sus propositos.
20
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén

El Señor está contigo. No es un aspecto simplemente por hablar, verdaderamente él está contigo, por lo que  debes confiar en todo momento.

Dios obra por sendas misteriosas, en que uno no sabe cómo es que ha de obrar; pero es necesario que mantengamos en todo momento la confianza que hay alguien muy poderoso que está con  nosotros; es el Dios de los cielos, quien no tiene ni padre ni madre, el Dios del universo.

Confía en todo tiempo. Salmos 34
1
Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca.
2
En Jehová se gloriará mi alma; Lo oirán los mansos, y se alegrarán.
3
Engrandeced a Jehová conmigo, Y exaltemos a una su nombre

HAY PERDON DE DIOS, POR LA RESURRECION DE JESUS


Si hay algo, que  tenemos que comprender, o entender, y tener presente; es comprender, que si Jesús no hubiese muerto, y no hubiese sido levantado de entre los muertos; vana seria nuestra fe, y vana seria nuestra predicación del evangelio. Si hoy estamos predicando la fe en Dios; es por la “resurrección del Señor Jesús. Así es. Sin muerte y sin resurrección, no hay perdón de pecados; por tanto tampoco hay fe. Entiendén.
Y esa es la importancia del tratar de comprender el significado de la “resurrección” de Jesús. Si hoy creemos en la salvación de Dios, y en los milagros; es por la fe en la “resurrección” del Señor. Entonces, es de ahí, de la muerte, y aún más de la resurrección de Señor Jesús, que proviene nuestra fe en el evangelio.
Por lo cual, Jesús dijo en el libro de juan 11:25
25
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá

DIOS SE DIO A CONOCER ATRAVEZ DE JESUS


El Dios de los cielos y de la tierra, el creador del universo; cuando el mundo estaba bajo condenación, a causa del pecado de adán, el cual hemos heredado toda la humanidad (romanos 5), decidió hacerse carne y habitar entre los hombres. Leamos en el libro de juan 1:
En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
2
Él era en el principio con Dios.
3
Todas las cosas fueron hechas por medio de él, y sin él no fue hecho nada de lo que ha sido hecho.

14
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
18
A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.

El verbo de quien nos habla estos pasajes, cuyo significado es “la palabra”; es Dios mismo, tal y como dicen estos pasajes del 1 al 3. Pero en el verso 14 dice, que ese VERBO, ese Dios de quien nos habla el verso 1; en el 14 dice se hizo “carne”, y habito entre nosotros como el único hijo de Dios. Dios vino a nacer de carne. Por tanto, Jesús mismo es Dios; porque como dice el verso 14, a Dios “nadie” le vió  “jamás”, JESUS le dio a conocer. Es decir, Dios se da a conocer atreves de Jesús. Quieres conocer a Dios, pues conoce a Jesús primero, porque él le dio a conocer.
¿Cómo es que Dios se hizo carne?
Leamos en el libro de Lucas 1, que dice, cómo es que el verbo, Dios mismo se hizo carne.
1
Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.
29
Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta.
30
Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.
31
Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.
32
Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;
33
y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.

34
Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.
35
Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.

Tomando más en cuenta las palabras que subraye en negrillas. Lo primero que dice, es que María hallo gracia delante de Dios, es decir, ella tenía que ser instrumento para que el hijo del Dios altísimo naciera. Pero note, lo que María responde; y dice en el verso 34, ¿Cómo será esto? Pues no conozco varón. Se refería a que era virgen, y dice ¿Cómo voy a concebir entonces al niño?, EL ángel le dice, que VENDRIA el Espíritu Santo sobre ella, y ASI, se concebirá en tu vientre el hijo de Dios. Razón por la cual, también será llamado hijo de Dios. Debemos notar, que no nació de la relación de marido y mujer; nació Jesús porque el Espíritu Santo de Dios concibió en el vientre ese hijo. Se entiende?.
De esta manera, tal y como dicen los pasajes del libro de juan 1. El verbo, es decir Dios mismo, se hiso carne; es lo que también dice el libro de Lucas.
Y este Jesús, de quien nos habla las escrituras, habito entre nosotros, como un hombre; él era la luz que vino a alumbrar a todo hombre, tal como dice el libro de juan 1:

9
Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.
10
En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.
11
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.

Jesús  vino al mundo, sin embargo, el mundo no quiso recibirlo. Esto recordando el tiempo en que Jesús se encontraba en la tierra, muchos no creyeron que era el hijo de Dios, muchos no entendieron que él era el verbo de Dios hecho carne.

Y bueno, todos almenos creo eso, que saben la demás historia. Ël vino a morir por nuestros pecados en cumplimiento a la ley de Dios; porque debemos recordar que para el perdón de los pecados, se requería sacrificio de sangre, de holocausto. En obediencia a este mandato de Dios, Jesús murió sacrificado, como un cordero, para beneficio de nosotros, de todo aquel ser humano pecador. Ese sacrificio de sangre si hiso de una vez y para siempre. De modo que ya no necesitamos hacer sacrificios de corderos, de ovejas, como lo hacia el pueblo de Dios, el pueblo judío; porque Jesús se sacrificó como un cordero sin mancha. De manera que Jesús entro como sacerdote de una vez y para siempre al lugar santísimo del templo de Dios, donde solo podían entrar los sacerdotes para sacrificar holocaustos para perdón del pueblo; y así lo hiso Jesús por toda la humanidad. Ël murió por nuestros pecados. Lo que quiere decir, que toda persona pecadora y todo ser humano sin excepción, hoy pueden acercarse a Dios a pedirle perdón.

Bueno, después de que Jesús cumpliera su misión aquí en la tierra; él resucito al tercer día, tal como el mismo lo había dicho antes. Resucitar, significa levantarse de entre los muertos, significa volver a vivir después de estar muerto. Y eso fue lo que paso con Jesús, murió, pero resucito al tercer día; es decir, él volvió a vivir

Leamos en el libro de Lucas 24:

1
El primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y algunas otras mujeres con ellas.
2
Y hallaron removida la piedra del sepulcro;
3
y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.
4
Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes;
5
y como tuvieron temor, y bajaron el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?

Esa es la pregunta para nosotros. Mucha gente busca a Jesús muerto. Las escrituras dicen que él vive, está vivo, resucito en carne, e iba delante de aquellas mujeres que fueron a buscarlo al sepulcro, él iba delante de ellas a Galilea, como dice el verso 15, y de igual forma en mateo y marcos.

También dice el libro de Juan


Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias; y se manifestó de esta manera:

Jesús se aparece ante ellos, cuando estaban pescando. Escribimos esto, para que nos demos cuenta que Jesús, del que nos hablan las escrituras, está vivo; no está muerto. Él vive
Leamos Lucas 24
49
He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.
50
Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo.
51
Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo.


Jesús antes de irse al cielo; en el verso 49 dice que les dejo un mandato a los discípulos, les dijo: no se vayan de Jerusalén hasta que les envié mi poder. Y así hicieron los discípulos. Veamos en libro de hechos 1, lo mismo.


8
pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
9
Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.
10
Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,
11
los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.


En este mismo libro, nos enseña que Jesús dijo a sus discípulos, que él ENVIARIA SU ESPIRITU SANTO, después que se suba arriba, por lo cual, los discípulos debían esperar. Y diciendo estas palabras, dice el verso 9, fue alzado, y se desapareció entre las nubes. Y en el verso 11, dice que el ángel apareció a los discípulos, y les dijo, que así como subió a los cielos de manera visible,  y así vendría otra vez.

Entonces si está vivo Jesús, ¿Dónde está?

Leamos hechos 7
54
Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones, y crujían los dientes contra él.
55
Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios,
56
y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.

Esteban vio, que Jesús estaba a la diestra del Padre. Entonces dónde está?, está a la diestra del Padre, en el cielo ¿amen?, ahí está. Pero cómo es que entonces que Jesús está con nosotros. Leamos en mateo 28

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
20
Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Notemos en el verso 20, dice que Jesús dijo: yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo.  Jesús después de resucitar, se fue al padre, y prometió que enviaría su Espíritu Santo; tal como mencioné en los anteriores versos. Y así lo hiso Jesús, él se fue al padre, y envió su Espíritu Santo, quien estaría con nosotros hasta el fin del mundo. Leamos esto en juan 14

15
Si me amáis, guardad mis mandamientos.
16
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
17
el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
18
No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.

Estas palabras son de Jesús cuando estaba aún en la tierra, y él prometió, no dejarnos huérfanos. Sino que enviaría su Espíritu Santo, quien estaría con nosotros hasta el fin del mundo. ES decir. Lo que tenemos que entender nosotros, es que Jesús es Dios mismo, por tanto es omnipresente, por lo cual, él se hace presente en todo lugar del universo a través de su Espíritu Santo. De esta manera, él está con nosotros hasta el fin del mundo.

Sin embargo, dice el verso 17, que si el mundo hasta hoy no lo recibe, ni le ve, ni le conoce; y esto es porque no creen que Jesús está vivo. Pero para los creen que el verbo de vida, Jesús vive, él Espíritu Santo de Dios es real, y mora en vosotros, porque creéis en él; y estará con ellos hasta el fin del mundo.

Hemos hecho casi, una cronología de los hechos, de la forma en que el Dios del universo se hiso carne, y habito entre nosotros, y está hoy a la diestra del padre, y habita en todo aquel en él cree.

El que creen en el hijo, cree en el padre. Juan 3:


16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.